CUMBRE DEL FUTURO – Intervención del presidente Santiago Peña

23/09/2024

NUEVA YORK, 24 DE SETIEMBRE DE 2024

Excelencias, jefes de Estado y de Gobierno, Señoras y Señores:

Es un honor dirigirme hoy a ustedes en esta Cumbre del Futuro. Considero que se trata de un espacio único, pues, como dijo un héroe militar y luego estadista de mi país, Bernardino Caballero, “el porvenir es hijo del presente”. 

Lo que hemos aprobado en esta cumbre tendrá un impacto directo en la vida de nuestros hijos y nietos. El consenso que hemos logrado no implica que necesariamente estemos de acuerdo en la totalidad de los temas; sino que es una acción para favorecer que el sistema siga funcionando. 

El Paraguay como país “pequeño pero altivo”, al decir de otro gran paraguayo, Manuel Gondra, defiende posiciones internacionales basadas en principios, no en el mero interés, conveniencia o pragmatismo. 

Así, estamos convencidos de que el principio básico de las relaciones internacionales del futuro debe ser el siguiente: “hacer que el justo sea poderoso; y que el poderoso sea justo”. Tal principio de justicia y equidad debe ser el pilar fundamental de nuestro sistema internacional. 

Por esta razón, no solo deben ser escuchados los países más poderosos o desarrollados, sino todos los países: incluyendo aquellos como el Paraguay que, con una rica historia, tienen mucho que aportar. 

El Paraguay ama la paz y renuncia a la guerra, y estamos convencidos de que el futuro debe ser el de la paz, alejándonos de la violencia y la conquista. Podemos encapsularlo con la frase: “Might does not make right”.

Por eso defendemos hoy a países como Ucrania, Israel o Taiwán, que tienen todo el derecho de ser respetados y tratados en su dignidad. Y también defendemos los derechos de los países que, como el Paraguay, por infortunio de la historia se encuentran sin salida al mar: debemos nivelar la cancha equitativamente y asegurar la igualdad real entre naciones. 

Para el Paraguay también el futuro se debe construir sobre la democracia y el respeto a los derechos humanos. Nuestra historia, que ha sido marcada por dictaduras y autoritarismo, nos da un especial derecho a decir aquí que ese porvenir tiene que ser democrático. 

Creemos en el multilateralismo como la herramienta más eficaz para enfrentar los problemas que trascienden las fronteras de nuestros países. Sin embargo, debemos reconocer que el multilateralismo actual ha mostrado serias deficiencias. Necesitamos acciones, no palabras, y fortalecer la acción colectiva. Les propongo entonces: “A la crisis del multilateralismo, mejor multilateralismo”.  

Conscientes de la inseguridad alimentaria que impacta a varias regiones del mundo, debemos proteger el rol de los países productores de alimentos. Por ello, las medidas para luchar contra el cambio climático no deben acogotar a los países más pequeños, sino fortalecerlos para que puedan luchar por un futuro mejor y más sostenible. El Paraguay, que cuenta con 100% de fuentes de energía limpia, verde y renovable, muestra el camino a seguir. 

En el marco de las Naciones Unidas tenemos la responsabilidad de asegurar que la revolución digital y las tecnologías emergentes estén al alcance de todos y se utilicen de manera ética y equitativa, cuidando especialmente que las naciones en desarrollo accedan a las mismas oportunidades. 

Debemos consolidar un sistema financiero internacional que garantice un acceso equitativo a los recursos esenciales para promover el bienestar de todos los países, en particular aquellos en desarrollo y más vulnerables. Nos preocupa que la capacidad de las economías emergentes para afrontar los desafíos globales se vea limitada por la desaceleración del crecimiento. Necesitamos una red de seguridad financiera sólida y eficiente, capaz de dar respuesta a las crisis que afectan a los más desfavorecidos.

Debo recalcar nuestra disconformidad con algunos aspectos sustantivos del documento aprobado; por ello creo necesario remarcar cuanto sigue:

a. Esta Declaración, cuyos lineamientos se fundamentan en un documento no vinculante, serán aplicados  conforme a nuestra Constitución y legislación nacional vigente. 

b. Asimismo, es fundamental para Paraguay preservar nuestros valores, principios y cultura, que siempre serán respetados de acuerdo con sus tradiciones.

c. Por otro lado, la capacidad productiva que garantiza el bienestar de nuestra población no será alterada. Cualquier compromiso que asumamos deberá respetar nuestra soberanía y los pilares fundamentales de nuestra economía.

El Paraguay reafirma su compromiso con la cooperación internacional y con todas las iniciativas que fomenten la confianza mutua, la paz y el bienestar de las naciones. En este momento crítico, nos unimos al esfuerzo común para enfrentar estos desafíos, con la firme convicción de que las decisiones de hoy darán forma al mundo que heredarán las próximas generaciones.

Muchas gracias.